31 de mayo de 1839: aprobación pontificia de la congregación por el papa Gregorio XVI
Al emprender la gestión, el Siervo de Dios, Luis Querbes, trataba de asegurar la estabilidad de la Sociedad cuya existencia iba ligada a una administración episcopal considerada provisional. Además era consciente de problemas de salud; quería dejar las cosas en orden por si tuviese que confiar la Sociedad a otro. Recurrir a Roma era también…