Recién acabado el Concilio Vaticano II, nuestra Congregación comenzó a trabajar en la preparación del Capítulo pedido por éste. Se realizaron amplias consultas sobre las cuestiones capitulares sugeridas por el Concilio y se celebraron capítulos provinciales abiertos.
El Capítulo general pedido por el Concilio se celebró en dos sesiones, en 1967 y en 1969 y, en el intervalo de ambas, se realizó un inmenso trabajo de estudios, consultas y experiencias. Uno de los frutos de estas dos sesiones del Capítulo especial fue la publicación de cuatro volúmenes que recogían toda nuestra legislación particular adaptándola al espíritu del Concilio. No se trataba todavía de una Constitución, ya que nuestra Congregación necesitaba experimentar concretamente esta adecuada renovación antes de consignarla en textos definitivos.
De 1976 a 1978, se sometió a consulta de todas las provincias de la Congregación, un anteproyecto y un proyecto de Constitución. El texto del proyecto de Constitución fue revisado y adoptado por unanimidad en el Capítulo general de 1978.
Finalmente, el 11 de Febrero de 1983, nuestra Constitución fue aprobada por la Santa Sede. El texto de la misma es conforme a las exigencias de los Decretos promulgados por la C.R.I.S. en Febrero de 1984.