Nuestro hermano Carlos Luis, dedica parte de su tiempo a escribir algunas obras literarias. Desde esta página web, queremos presentaros hoy a Carlos Luis Galerón y a su obra.
Carlos Luis Galerón Gutiérrez nació en un pueblecito de El Rif, en Marruecos, el 10 de noviembre de 1949 (¡Felicidades Carlos, hoy cumples 71 años!). No obstante, vive en Vitoria su infancia la mar de feliz. Los profesores del colegio San José, lo encandilaron por su saber hacer en lo pedagógico y años después ingresó en la congregación de los Clérigos de San Viator, que dirigían su primer y muy querido colegio.
Ha hecho estudios en la Universidad Central de Barcelona, donde se licenció en Filología Hispánica.
Tras unos años de profesor, de nuevo en su ciudad, capital del País Vasco, dio con sus ilusiones en Costa de Marfil durante 25 años en los que se dedica a tareas muy variopintas: convivir y padecer con locos de atar, con los recuperables, con niños abandonados y con presos en principio peligrosos. Y sobre todo ello, a enseñar nuestra lengua y nuestra literatura a jóvenes, en la Universidades de Bouaké y Abidjan. En esta última defendió la tesis doctoral en Filología Hispánica, en 2003.
De regreso a España, vive actualmente en la comunidad que los viatores tienen en la parroquia de San Félix, en el madrileño barrio de Villaverde. Allí se dedica, entre otras cosas a alfabetizar en castellano a mujeres de diferentes nacionalidades.
Algunas de sus obras literarias son:
- Monseñor Mateo. Memorias de un buen ladrón
Yo me llamo Kalla Mateo. Vine a este malhadado mundo un 22 de julio de 1951, en Kimpagu (Bajo Congo, dentro del denominado Congo Belga). Mi país tomó el nombre de Zaire con el dictador Mobutu, de nefasta memoria. No hace mucho que se le conoce como República Democrática del Congo. Nací en una familia de ocho hermanos, de los cuales yo era el mayor de los chicos. Mi padre tenía dos mujeres, ambas rivales en belleza. Yo era hijo de la favorita, la más joven. Tenía dos hermanas nacidas de mi madrastra, y seis hermanos del mismo padre y madre: dos niñas poco mayores que yo, y dos pequeñitas, más el bebé, niño. Mi madre se llamaba Bolenga. Era una mujer de cierta tallla (mejor sería calificarla de esbelta), sus ojos verdeazulados, brilantes, profundos. Muy sencilla, de pocas palabras sin ser taciturna y bondadosa, muy bondadosa. ― ¿Sabes? Me dijeron que te comunicara la muerte de tu vieja, en el supuesto de que te viera por estos mundos de Dios. Y, mira por dónde, coincidimos en el trullo. Me quedé sin habla, los ojos se me velaron de lágrimas. Él me miró extrañado y dolido. ― Perdona, chico. Solo me dijeron que le dio una mañana un ataque cardíaco.
- Ocho mujeres
«Debajo del brazo izquierdo vi, cuando quise acogerla en mis brazos, una jeringuilla clavada. Llegó a sonreírme débilmente haciendo un postrer esfuerzo y dejó caer su hermosa cabeza contra mi regazo. Exploté en un llanto incontrolable, mi amiga del alma había muerto en medio de inmundicias, rodeada de personas ya todas con lágrimas en los ojos, inconsolables».
- Al caer la tarde
Este libro nos muestra una galería de personajes de la calle. Estas páginas reflejan 50 sentimientos, tanto alegres como desagradables, punzantes. Vivencias, personas encontradas al borde del camino de la vida, situaciones que hacen pensar, lamentarse,…
- Recuperación de Ramiro de Maeztu
Ramiro de Maeztu y Whitney (Vitoria 1874 –Madrid 1936) fue un autor que desde su inicio como escritor tuvo como ideal la regeneración de España. El Tratado de París (1898) fue el detonante de este movimiento que siguió a la guerra hispano-norteamericana. Maeztu puede ser tenido como instaurador de la generación del 98. Él arrastró a Azorín y Baroja en esta empresa literaria (Los Tres). En efecto, el autor vitoriano envió una carta a Unamuno, escrita por él y firmada asimismo por sus dos amigos en la que pedía apoyo al ya eminente rector de Salamanca. Este libro es la tesis doctoral del autor que pretende probar de alguna manera la bastante injusta postergación como literato de Ramiro de Maeztu.
- De la vida, del amor
En este libro he querido dar fe de mi existencia, es decir, reflejar mis vivencias en los momentos difíciles, como en los más agradables. El título: La poesía es la vida contada de forma más o menos artística. Es, siempre en mi opinión, expresión de unos sentimientos y de unas formas concretas de vivir. Expresar lo que uno ama o quisiera amar…
La poesía es vida y amor, porque la vida debe aspirar a ser práctica del amor.
“Y en medio de todo, entre la vida y el amor, Dios como árbitro. Porque Dios es la fuente de la vida, y Dios es Amor”
- La puerta entreabierta
Esta novela es una historia de amor. Aunque nada semejante a las llamadas “rosas”. El amor normalmente tiene sus riesgos y este libro, aparentemente sencillo, los tiene en mayor proporción.
Podríamos decir que se trata de una historia complicada, en donde el amor y el riesgo comparten los sentimientos de los protagonistas.
Existe un deporte de riesgo que podría ser modelo de este love story, en el denominado puenting, por mucho que no me guste nada el empleo de anglicismos. Consiste en correr un gran riesgo al lanzarse desde el puente: que la cuerda no sea lo elástica que se pretende.
Una historia de amor nunca carece de cierto riesgo. Pero el que ama algo debe tener confianza en su empresa…
Nadie se arriesga por nadie, o por nada, que no sea importante. Y así como esos locos deportistas arriesgan mucho, los amantes de esta historia hacen lo mismo.
- Por los caminos del mundo
El mundo se hace caminos… Caminos de entrega y generosidad de ilusión y alegría: de realismo y dolor; caminos de injusticia, de lucha y esperanza… pero sobre todo, caminos de FE.
Este libro nos presenta el camino del seguimiento de Jesús. El esfuerzo por descubrirlo día a día, paso a paso, con mas claridad, para seguirlo con mas fidelidad.