Recién fundada la congregación de los Clérigos de San Viator, el venerable Luis Querbes ya pensaba en las misiones. El 3 de febrero de 1838 el Luis Querbes escribe al padre Faure: “preocúpese, le ruego, de alimentar y animar el celo por las misiones”.
Nuestro fundador siempre tuvo en la mente la intención de ir a Argelia a catequizar a los árabes. Algo que quedó en el aire.
Monseñor Rosati, obispo de San Luis (Missouri), buscaba hermanos para la enseñanza y a través de un sacerdote contactó con el padre Querbes, al cual le propuso que dos americanos fueran a Francia a formarse en el espíritu de la congregación para volver después al país con algunos hermanos franceses. En 1841 partieron de Vourles seis religiosos pasando antes por el santuario de Notre Dame de Fourviére para poner la misión bajo la protección de la Virgen María. La comunidad pasó por momentos difíciles y algunos años más tarde se disolvería, pasando algunos religiosos a Canadá donde algunos religiosos de la congregación acababan de instalarse.
Monseñor Borghi, obispo de Agra (India), viajó a Lyon y se puso en contacto con Luis Querbes, al cual le pidió seis religiosos para dirigir un colegio. Después de un viaje en barco de casi cuatro meses, llegaron en enero de 1845 a Sirdhanah pero por diversas dificultades la misión no pudo seguir adelante.
En el año 1840, Monseñor Bourget, obispo de Montreal, buscaba alguna congregación religiosa cualificada para su diócesis. En el año 1844 el señor Hudon, vicario general de la diócesis de Montreal, visitó al venerable Luis Querbes en Vourles y le solicitó religiosos para su diócesis. El padre Querbes se comprometió a enviar religiosos a Canadá.
En Canadá, necesitaban a los Clérigos de San Viator para dirigir un centro educativo en un hermoso pueblo dónde existía una industria del señor Joliette. Allí, el señor Joliette, quería abrir un colegio que impartiera formación profesional. En el año 1846, monseñor Bourget pasó por Vourles, se entrevistó con el Padre Luis Querbes y estudiaron los detalles de la fundación.
Los primeros religiosos que partieron para Canadá fueron el hermano Champagneur, superior de la fundación, el hermano Agustín Fayard y el hermano Luis Chretién y llegaron a Montreal el 27 de mayo de 1847. Tomaron la dirección del centro Joliette, abrieron un noviciado en julio del mismo año y en agosto recibieron el refuerzo del padre Thibauder y el padre Lahaye.
La fundación en Canadá estaba en marcha y rápidamente nacieron en aquel país comunidades fuertes y vigorosas: Sainte Elizabeth, Berthier, Chambly, Rigaud, Montreal, Outremont ,…