La Cuaresma comienza hoy, 17 de febrero de 2021, Miércoles de Ceniza. Entramos en un periodo de oración, penitencia y ayuno, un tiempo que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
Antiguamente los judíos acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio, los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.
La Cuaresma conmemora el período en que Jesús se retiró al desierto durante cuarenta días…. “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás” … “Convertíos y creed en el Evangelio” … son palabras que se usan para la imposición de la ceniza.
Para esta ceremonia se queman los restos de las palmas y olivos bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior, estas se rocían con agua bendita y luego son aromatizadas con incienso. Ello nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.
La imposición de la ceniza nos hace ver que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo, algún día vamos a morir y nuestro cuerpo se convertirá en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba… en cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos.
¿ Que es la cuaresma ?
La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
40 días
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.