«No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a).
Con este pasaje de la carta a los Gálatas comienza el papa Francisco su mensaje para esta cuaresma. En el mismo resalta tres aspectos: «siembra y cosecha», «no nos cansemos de hacer el bien», «si no desfallecemos, a su tiempo cosecharemos».
¡Qué bien resuenan estas palabras en tus oídos de catequista! Sabes que «el primer agricultor es Dios mismo, que generosamente “sigue derramando en la humanidad semillas de bien” (Fratelli tutti, 54)», aunque, a veces, se te haga difícil sentirlo así.
El Papa te anima a sembrar el bien «como una gracia con la que el Creador quiere que estemos activamente unidos a su magnanimidad fecunda». Dios te necesita, catequista, hoy más que nunca. Y Francisco insiste: no te canses de hacer el bien, no te canses de orar, no te canses de extirpar el mal en tu vida, no te canses de pedir perdón en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, no te canses de luchar contra la concupiscencia, no te canses de hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo.
De paso, como quien no quiere la cosa, el Papa advierte del «riesgo de dependencia de los medios de comunicación digitales, que empobrecen las relaciones humanas».
Tú, catequista, que avivas con ardor las relaciones entre las personas y entre estas y Dios, mantén tu ánimo y tu confianza en Él: No desfallezcas, que a su tiempo cosecharás.
Buen camino hacia la Pascua.
Si deseas leer el mensaje completo del Papa: https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/lent/documents/20211111-messaggio-quaresima2022.html