En el Encuentro de Formación de Catequistas de Vitoria del pasado 26 de marzo, disfrutamos con Manuel María Bru Alonso, delegado episcopal de Catequesis del Arzobispado de Madrid, con su ponencia Diez preguntas para repensar la Catequesis. Tras la misma, entablamos diálogo con él. A propósito de la última pregunta, Manuel María insistió en que la formación es fundamental e hizo hincapié en una innovación que el Directorio ha añadido a las consabidas dimensiones de formarse en el ‘ser’, el ‘saber’ y el ‘saber hacer’: el ‘saber ser con’.
Dice el Directorio: «La formación del catequista incluye varias dimensiones. La más profunda hace referencia al ser catequista, incluso antes de empezar a ejercer como tal. La formación, de hecho, le ayuda a madurar como persona, como creyente y como apóstol. Esta dimensión hoy en día es conocida en el sentido de saber estar con, lo que pone de relieve cómo la identidad personal es siempre una identidad relacional» (n. 136).
Y continúa más adelante: «A partir de este nivel de interioridad, germina el saber ser con, como una habilidad natural necesaria para la catequesis entendida como un acto educativo y comunicativo. (…) La formación de catequistas se ocupa de mostrar y hacer crecer esta capacidad relacional, que se expresa en la voluntad de vivir los lazos humanos y eclesiales de una manera fraterna y serena» (n. 140).
Sigamos formándonos en esta capacidad relacional tan importante en quienes acompañamos el crecimiento y la maduración en la fe de niños, jóvenes y adultos. Todo esfuerzo será poco.