Hemos comenzado el Adviento. Que esta oración, publicada hace unos años por Catequesis de Galicia, te pueda acompañar durante este tiempo de esperanza.
¡Somos catequistas porque aún hay esperanza!
¡Señor, aquí estamos! Los catequistas siempre en camino; somos catequistas en camino, porque aún hay esperanza… no importa que caiga la noche, porque aún estamos vivos, porque aún parpadean nuestros ojos, porque aún late nuestro corazón.
¡Señor, aquí estamos! Somos catequistas caminando en la noche porque tenemos el don de la fe, la lámpara de la fe nos alumbra, su luminosidad nos atrae. Somos catequistas al igual que María, que, movida por el Espíritu, acogió al Verbo de la vida en la profundidad de su humilde fe, aunque totalmente entregada al Eterno. Y, en medio del caos y la oscuridad, hay una luz, es la luz de la fe, la esperanza y el amor que nos ilumina.
¡Señor, aquí estamos! Somos catequistas con esperanza. No ingenuos, ante la deshumanización que nos circunda. No ciegos, ante la descristianización en la sociedad. Aún tenemos la audacia y coraje para profesar una fe viva; porque aún hay esperanza. Somos catequistas con los ojos bien abiertos, para ver la bondad originaria de todo ser humano, porque toda persona es capaz de amar y ser amada. Somos catequistas que contemplan las bondades y misericordia de Dios, porque aún creemos en el amor.
¡Señor, aquí estamos! Somos catequistas con esperanza porque anhelamos un mañana mejor; porque aún creemos en el ser humano, porque esperamos en Ti, que has vencido a la muerte y el pecado, y creemos que el poder de tu amor es y ha sido más fuerte que la muerte. Vamos caminando… aún estamos vivos, vamos caminando… aún hay esperanza. Vamos caminando porque tenemos un clamor dentro de nosotros: ¡Ven Señor Jesús!