Todos conocemos el buen humor del papa Francisco. Recordáis que, el pasado día 1 de abril, al salir del hospital Gemelli, ingresado a causa de una bronquitis, y preguntado por su estado de salud, respondió entre risas: “Todavía estoy vivo”. Ya hace unos años, Francisco dijo: “El sentido del humor te lleva, te hace ver lo provisional de la vida y tomar las cosas con un espíritu de alma redimida. Es una actitud humana, pero la más cercana a la gracia de Dios (…). Es esa capacidad de ser un niño ante Dios.” (TV 2000, noviembre 2016).
¿Qué tal si, en este alegre Tiempo de Pascua, ponemos un poco de humor a este ‘minuto para ti, catequista’?
Cuentan que un preadolescente de la catequesis de postcomunión, sintiéndose ya mayor, un domingo le espetó a su madre:
−Mamá, yo no voy a ir a misa hoy. Me estoy haciendo mayor y ya no estoy para esas cosas.
−Pues me viene muy bien. Mientras tus hermanos y yo estamos en misa recoge la casa, haz las camas, barre, friega los platos, tiende y plancha la ropa…
−Esto… ¡Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señooooor!
Que nunca pierdas el sentido del humor. En este último trimestre del curso pastoral, en el que se acumulan las actividades propias de final de curso, la celebración de las primeras comuniones o del sacramento de la Confirmación, y otras actividades parroquiales o colegiales, arciprestales, etc., bendice al Señor con una sonrisa o con una broma bien hecha, como sugiere el mismo papa Francisco. Alegría pascual y buen humor van de la mano.