Decía el papa Francisco: «La Iglesia es una madre, y una madre no tiene preferencias entre sus hijos. No los trata de forma desigual, les da a todos el mismo cuidado, la misma atención, el mismo tiempo. Dedicar tiempo es una señal de amor: si no dedicamos tiempo a una persona, es una señal de que no la queremos».*
Muchas gracias, catequista, por el tiempo que has dedicado a tus catequizandos este curso pastoral, señal del amor que les tienes y que tienes a Dios.
Te invitamos a que des gracias a Dios por todo lo que has aprendido y compartido, por todo lo que has crecido como persona, como seguidor de Jesús, como catequista; porque Él ha estado siempre contigo, con tu equipo de catequistas, y os ha infundido su amor, su gracia y su sabiduría; por la confianza que ha depositado en ti y en tu labor; porque has sido un instrumento en sus manos y sigue contando contigo; y por tantas cosas más…
Esperamos que este ‘minuto para ti, catequista’ te haya ayudado, aunque sólo sea un poco, en tu vocación, en tu misión de catequista durante este curso. Paramos un par de meses y volveremos a encontrarnos, D.m., a primeros de septiembre. ¡Feliz, descansado y enriquecedor verano!
*Papa Francisco en el prólogo de “Itinerarios catecumenales para la vida matrimonial. Orientaciones pastorales para las iglesias particulares.”, Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Roma, 15/06/2023.