Dice José Antonio Sánchez Ortiz, delegado episcopal de catequesis de la diócesis de Jaén: «El acontecimiento central de la vida de Jesús es el misterio pascual y la catequesis está llamada a ser “eco de la Pascua en el corazón del hombre” (DC 426). En el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo se nos ofrece el don de la gracia y de la misericordia de Dios, que implica la liberación del mal, el pecado y la muerte (cf. DC 14); se nos permite comprender las grandes etapas de la historia de la salvación (…) (cf. DC 144); se fundamentan todos los sacramentos (cf. DC 171), y ayuda a leer el misterio del sufrimiento humano (cf. DC 270).
Por todas estas razones, los procesos catequéticos están orientados desde el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, y deben propiciar el encuentro con Cristo resucitado: “En el catecumenado, todo está orientado hacia el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. La catequesis comunica de manera esencial y existencialmente comprensible al corazón de la fe, poniendo a cada uno en contacto con el Resucitado, ayudándole a releer y vivir los momentos más intensos de su vida como pasajes pascuales” (DC 64a)».*
Todos los cristianos estamos llamados a vivir intensamente el Triduo Pascual, a celebrar el misterio esencial y primero de nuestra fe. Nosotros, como catequistas, de manera especial, por el ministerio que se nos ha concedido de acompañar a nuestros niños, adolescentes, jóvenes o adultos en su camino de ser discípulos del Resucitado. Que vivas con entusiasmo, apasionadamente, este cercano Triduo Pascual.
* José Antonio Sánchez Ortiz en VV.AA., Comentario al Directorio para la Catequesis (AECA). PPC, Madrid 2022, pp. 209-210.