Ignacio González de Zárate Antépara, csv, diácono permanente, el decano de la Provincia de España descansa ya en los brazos de Padre. Falleció en Valladolid el 9 de diciembre de 2024 a los 99 años de edad, de los cuales 81 de vida religiosa.
Nació el 9 de septiembre de 1925 en Echávarri-Viña, pueblo cercano a Vitoria (Álava). Sus padres, Eleuterio e Isidora, eran labradores. Tuvieron 10 hijos de los que Carlos e Ignacio llegaron a ser religiosos de San Viator.
Comenzó el noviciado en Le Loupiac (Francia) en 1942 y allí pronunció sus primeros votos en 1943.
Comenzó su labor docente en Deba, pero desde 1948 comenzó una etapa de su vida dedicada a la sastrería El Clero hasta 1966.
Después de un año de formación en Madrid comienza otra etapa en la que le vemos de director del juniorado en Escoriaza, Valladolid y Huesca hasta 1975.
De 1978 a 1981 le encontramos en Bogotá (Colombia) formándose de nuevo en la Universidad.
Desde 1981 a 1990 está de profesor en el colegio San Viator de Madrid.
En octubre de 1990 se ordena de diácono permanente y comenzará otra nueva etapa en su vida en la Parroquia San Félix de Villaverde, que durará hasta junio de 2020.
Comienza su jubilación en nuestra Residencia de Valladolid. Siempre de buen humor y lúcido a pesar de su sordera. En otoño de este año 2024 se rompe la cadera y, aunque se recupera bastante después de la operación, se le nota un deterioro progresivo en su salud. Tras un ingreso en el hospital por una neumonía pulmonar fallece en la madrugada del día 9 de diciembre. Deja en el duelo a la comunidad religiosa viatoriana, a su único hermano Enrique, que le sobrevive, sobrinos y demás familia.
Su funeral, acción de gracias por su vida se celebró en tres celebraciones. La primera en la Residencia de Valladolid. Sus restos se trasladaron a Vitoria-Gasteiz para su entierro el 10 de diciembre en el cementerio El Salvador. La eucaristía en la capilla del Colegio San Viator de Vitoria-Gasteiz. Y finalmente el pasado 19 de diciembre, en la parroquia San Félix de Villaverde Alto, donde ejerció tantos años y donde tanto se le ha querido.
Ignacio, diácono permanente, descanse en Paz, Goian Bego!