Continúa Juan Carlos Carvajal hablando sobre el anuncio del kerigma: «Para que el anuncio sea significativo y pueda ser recibido con fe, es preciso crear un clima de confianza y comunicación en el que todos ‒consciente o inconscientemente‒ busquemos la presencia de Jesús. (…) Ante todo los catequistas debemos acoger a los que se acercan a la catequesis; promover algún que otro diálogo personal con ellos; escuchar, escuchar antes que hablar y cuando hablemos, hagámoslo de un modo personal, contando nuestra vida entrevarada con nuestra experiencia de fe. En un momento determinado, cuando estas conversaciones vayan madurando, atrevámonos, con humildad, a señalar de qué modo nosotros percibimos la presencia y acción de Jesús en la vida de nuestros interlocutores y hagámoslo de un modo propositivo y dialogal… Y después, a solas, pidamos a Dios que sea él el que, a través de nuestras palabras, ilumine sus vidas (cf. Evangelii Gaudium 128)».
El encuentro con Jesús es fundamental, y lo será en tus catequizandos también en la medida en que tú, catequista, te encuentres con el Señor. Al final, él es quien se da a conocer y nosotros, camino y oportunidad para que cada persona descubra que vale la pena creer (Cf. Directorio para la Catequesis 57). Que sientas agradecimiento por la confianza que tus catequizandos y el mismo Señor han puesto en ti
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