Así lo dice el Directorio para la Catequesis en su número 197: “La experiencia humana es parte constitutiva de la catequesis, tanto en su identidad como en su proceso, así como en su contenido y método, porque no es sólo el lugar en el que resuena la Palabra de Dios, sino también el espacio en el que Dios habla”. Comenta Juan Carlos Carvajal: «Así es, la vida de las personas, su sentido y futuro, se juega en el rosario de experiencias que van tejiendo su vida. Es a través de estas que ponen en juego su existencia, van desarrollando su dignidad o experimenta el fracaso. Si queremos que la Palabra de Dios sea significativa y acompañe ese proceso, es preciso que nuestras catequesis no solo la hagan resonar en las experiencias de nuestros interlocutores, sino también deben descifrar la experiencia religiosa que, consciente o inconscientemente, están haciendo en ella y la ilumine con la gracia del Evangelio»*.
Os animamos a que leáis este interesante artículo de Juan Carlos Carvajal en la revista Catequistas, reseñada más abajo. ¡Buena lectura!
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