Asistimos a un tiempo propicio para hablar de Dios porque el mundo está necesitado de Buena Noticia, pero ha llegado el momento de repensar cómo hacerlo. Quizá sería bueno que quienes estamos implicados en los procesos de iniciación cristiana dediquemos un tiempo a pensar en nuestra propia experiencia: “¿cuál será la obra de nuestra vida?, ¿qué papel tendrá el amor?, ¿por qué creemos en Dios? y ¿qué haremos con respecto a la fe?
Si nos atrevemos a iniciar este proceso, quizá encontremos nuevas respuestas que nos permita ahondar en nuestra propia experiencia de Dios, o, quizá encontremos algunas nuevas que nos ayuden a dar un paso más. En cualquier caso, solo siendo fiel reflejo de lo que creemos podremos transmitir la Buena Noticia de Jesús de Nazaret. Para todos aquellos y aquellas que asumimos el reto de hablar de Dios hoy, ¡una buena noticia!…*
Ahí lo dejamos para tu reflexión.
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