Al emprender la gestión, el Siervo de Dios, Luis Querbes, trataba de asegurar la estabilidad de la Sociedad cuya existencia iba ligada a una administración episcopal considerada provisional.
Además era consciente de problemas de salud; quería dejar las cosas en orden por si tuviese que confiar la Sociedad a otro.
Recurrir a Roma era también buscar una aprobación que se impone a todos y que permita la extensión de la Sociedad, sin que los obispos puedan adaptarla a su gusto.
Era también tratar de que fuese reconocida la rama laica, suprimida por la última revisión de los estatutos por el consejo episcopal.
En efecto, a fin de ser presentados a la Santa Sede, los estatutos sufrieron una última revisión en el arzobispado, en febrero de 1838. Lo referente a la cofradía desapareció completamente del texto. Sin embargo, el Padre Querbes redactó muy meticulosamente, en francés y latín, un capítulo adicional sobre los catequistas seglares.
Resumiendo, no era solo “decreto de alabanza” lo que el Fundador esperaba, sino más bien la aprobación definitiva de la regla.
Parece ser que el P. Querbes hubiese intentado la aprobación pontificia sin tener que trasladarse a Roma.
Cuando el documento estaba ya preparado, su estado de salud no le permitía proyectar este viaje: sufría de un cálculo renal… sin embargo, salió para Roma, el 8 de mayo de 1838.
– El 15 de mayo tuvo lugar la presentación de la Sociedad y la primera audiencia concedida por Gregorio XVI y las gestiones ante la Congregación de Obispos y Regulares.
– El 3 de agosto, los miembros de la Sagrada Congregación se reúnen y consideran que la aprobación de los estatutos debe ser diferida. Los Catequistas dependían hasta entonces del arzobispo de Lyon que recibía los votos de los religiosos, les eximía de ellos, tenía derecho de vigilancia sobre la administración, etc.
– El 21 de septiembre de 1838, los miembros de la S. Congregación de Obispos y Regulares, reunidos en sesión plenaria, aprobaron la versión definitiva de los estatutos de la Sociedad de los Catequistas de San Viator.
– El decreto de aprobación fue firmado el 27 de septiembre.
El importante “Breve pontificio de aprobación”, sería publicado el 31 de mayo de 1839, y llevado a Francia por Pauline Jaricot, a su regreso de una peregrinación a Roma…
(… de los escritos de Robert Bonnafous csv, traducidos por Fermín Ochoa csv)