En marzo de 1831, el Consejo episcopal de la diócesis de Lyon propuso al P.Querbes para párroco de Bourg-Argental, una promoción normal y ventajosa pero que suponía abandonar la Sociedad de los Clérigos de San Viator. Pero el gobierno de Francia no aceptó el desplazamiento de un sacerdote políticamente demasiado monárquico para su gusto. Esta noticia le llego al P.Querbes el 21 de octubre de 1831. Y éste no era un día cualquiera para el P.Querbes; era el día de San Viator.
Después de haber trabajado cuidadosamente varios borradores, no tardó en escribir a Monseñor de Pins: “sometido a la voluntad divina que estaba bastante clara en la decisión de su Excelencia sobre mi desplazamiento …. La esperanza del establecimiento de una congregación de Catequistas se alejaba cada vez más; pero un incidente aparentemente banal viene a despertarla …. Animado por esta circunstancia me pongo a los pies de su Excelencia …” y sigue abogando por la aprobación de la sociedad.
El nuevo alegato vuelve a recoger los puntos expuestos dos años antes, pero el tono es diferente: se ha realizado una madurez espiritual. “En la sombra y en el silencio es donde esta obra de celo debe ser propuesta actualmente”….
El 3 de noviembre de 1831 Monseñor Pins autoriza la sociedad.