LA COMUNIDAD VIATORIANA
A lo largo de los primeros años, la idea fundacional de Luis Querbes va evolucionando. En más de siglo y medio de historia, la Congregación de los Clérigos de San Viator ha ido evolucionando, intentando responder a las necesidades de la Iglesia y de la Sociedad.
La historia avanza, la comunidad humana evoluciona; lo que ayer era válido, hoy no lo es tanto. Es necesario recrear una nueva comunidad, una nueva forma de crear Iglesia: la Comunidad Viatoriana.
NUESTRA IDENTIDAD
“La Comunidad viatoriana (religiosos y asociados: laicos y/o presbíteros diocesanos) somos el grupo de personas que creemos en Jesucristo, vivimos el Evangelio y nos comprometemos en la misión eclesial según el espíritu del carisma querbesiano y en conformidad con la tradición viatoriana”.
- “Religiosos y asociados somos en esta Comunidad, herederos del carisma del Fundador y ambos responsables de su desarrollo”.
- Se trata de una realidad nueva que estamos llamados a acoger como una gracia. La referencia a una única Comunidad viatoriana, formada por religiosos y asociados, según la visión de nuestro fundador el P. Luis Querbes, es un don de Dios a la Iglesia que deseamos progrese en las mentalidades, en los corazones y en la realidad social.
NUESTRO PROYECTO DE VIDA
Los viatores, acogiendo nuestra vocación como un don de Dios para la extensión de su Reino, nos esforzamos en vivir:
- Una vida espiritual caracterizada por la celebración litúrgica, la escucha y meditación de la Palabra de Dios, la participación en la oración del Pueblo cristiano y la devoción a la Madre de Dios.
- Una formación integral humana, religiosa, espiritual, teológica, profesional y técnica que nos permita vivir plenamente la propia vocación.
- La corresponsabilidad en la elaboración del proyecto comunitario, donde se determinan las exigencias concretas para llegar a ser una verdadera comunidad de vida, de oración y de apostolado.
- Nuestra misión: “Anunciar a Jesucristo y su Evangelio y suscitar comunidades en las que se viva, se celebre y se profundice la fe”, desde compromisos que se caracterizan por la preocupación por la educación cristiana; la creación y el cultivo de comunidades de fe; la promoción de la calidad de la vida litúrgica; la predilección por el mundo de los jóvenes, especialmente los menos favorecidos o excluidos en la sociedad.
- El compartir incluso bienes materiales para el cuidado de la comunidad viatoriana y el mejor ejercicio de la misión.
- Una pastoral vocacional que intenta favorecer y sostener la vida de fe y el compromiso cristiano, suscitar la entrega generosa de la persona a Dios y a los demás, una vez sensibilizada a la llamada del Señor a través de la Iglesia y la sociedad.