Decía el papa Francisco en diciembre de 2018: «Si uno quiere compartir su fe con la palabra, tiene que escuchar mucho. Imitemos el estilo de Jesús que se adaptaba a las personas que tenía ante Él para acercarles el amor de Dios. Recemos para que las personas dedicadas al servicio de la transmisión de la fe encuentren un lenguaje adaptado al presente, en diálogo con la cultura, en diálogo con el corazón de las personas y, sobre todo, escuchando mucho». F. Fornos, jesuita, comentaba que “la transmisión de la fe es ante todo comunicar la vida del Resucitado con palabras que acompañan gestos de vida, que liberan y sanan”. Se trata de una comunicación “de corazón a corazón”.
Nosotros, catequistas, nos esforzamos en anunciar a Jesucristo, en comunicar la vida del Resucitado, y tratamos de hacerlo “de corazón a corazón”. Para llegar a ese diálogo con el corazón, debemos ejercitarnos en la “escucha”, una escucha, también, “de corazón a corazón”.