Decía Miguel Ángel Conesa en su artículo Aprender a esperar: «Socialmente está más de moda la inmediatez. Todo ha de ser para ya. Si he de comprar, mejor que me lo traigan cuanto antes; si hago una foto, tiene que ser en el momento; si quiero saber algo, lo miro de forma inmediata. Y es necesario respetar con calma los ritmos de la vida y aprender a esperar sin desesperarnos».*
Este tiempo de Adviento nos puede ayudar a fomentar la esperanza en nosotros y en nuestros catequizandos, a seguir aprendiendo a esperar, a frenar nuestra impulsividad, a tener paciencia con nuestros catequizandos y con nosotros mismos, a mantener la calma ante las impaciencias de los demás, comenzando por esos niños y niñas, adolescentes y jóvenes impacientes que quieren todo ’ya’. Como también dice Conesa: “Cuanta más confianza tenemos en nosotros, menos nos cuesta esperar porque somos conscientes de que las cosas llevan su tiempo”. Paciencia tuvo nuestro Dios con su Pueblo, con nosotros. Mira lo que esperó para enviarnos a Jesús. Pero, ¿a que ha merecido la pena la espera? ¡Buen y esperanzado tiempo de Adviento!
* Miguel Ángel Conesa, “Aprender a esperar”: Mensajero 1556 (julio-agosto 2023), 31.