«Los catequistas, sed cercanos; sed cercanos porque anunciáis a una persona que vive, no anunciáis unas ideas. Naturalmente, esta persona tiene ideas y proyectos, y tiene una dirección y marca rutas, pero fundamentalmente anunciamos esto: una persona que nos ama, que nos quiere, que no nos abandona, que está a nuestro lado, que toma rostro a través de nosotros, que quiere hacerlo así, que nos ha pedido un día: “Oye, ¿me dejas tu vida para hacerme presente en ti?”. Y nos ha dado su vida en el Bautismo… Y todo eso no nos lo podemos guardar para nosotros: es su vida la que nosotros tenemos que entregar a los demás. No anunciamos ideas».*
Como dijo el papa Francisco en su Carta Apostólica ‘El hermoso signo del pesebre’: «La contemplación de la escena de Navidad nos invita a ponernos espiritualmente en camino, atraídos por la humildad de Aquel que se ha hecho hombre para encontrar a cada hombre. Y descubrimos que Él nos ama hasta el punto de unirse a nosotros, para que también nosotros podamos unirnos a Él»**. ¡Feliz Fiesta de la Natividad del Señor! ¡Feliz Navidad!