Esta pregunta se la hace Manuel Mª Bru Alonso, delegado Episcopal de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid. Os dejamos con su respuesta aunque ‒perdón‒ dure más de un minuto: «Mientras utilicemos estos términos daremos la impresión (a los niños, a los padres, a la comunidad cristiana, y a toda la sociedad) de que la catequesis es un curso formativo preparativo para recibir algunos sacramentos. Y no es así. La catequesis que va jalonada con los sacramentos de la iniciación cristiana es una catequesis de iniciación cristiana, es decir, un proceso por el cual tanto el catecúmeno (que no ha recibido ninguno de los tres sacramentos de la iniciación cristiana, porque no ha sido bautizado) como los catequizandos (bautizados que no han recibido los otros dos sacramentos de la iniciación cristiana: eucaristía y confirmación), por el que «se hacen cristianos», con la gracia de Dios, el acompañamiento catequético y mistagógico de la Iglesia a través de los catequistas, y el concurso de su libertad por la que va haciendo suyo el misterio de la fe en la vida y desde la vida en un proceso paulatino de conversión.
Sí, catequesis de iniciación cristiana, no «catequesis sacramental» o «pre-sacramental», para lo que hay que tener bien claro qué es la Iniciación Cristiana: “La iniciación cristiana es la inserción de un candidato en el misterio de Cristo, muerto y resucitado, y en la Iglesia por medio de la fe y de los sacramentos”[1]. Como explica el Catecismo de la Iglesia Católica: “Desde los tiempos apostólicos, para llegar a ser cristiano se sigue un camino y una iniciación que consta de varias etapas. Este camino puede ser recorrido rápida o lentamente y comprende siempre algunos elementos esenciales: el anuncio de la Palabra de Dios, la acogida del Evangelio que lleva a la conversión, la profesión de la fe, el Bautismo, la efusión del Espíritu Santo, el acceso a la comunión eucarística”[2].
Por eso suelo decir a los catequistas que cuando uno diga alguno de estos términos (“catequesis de primera comunión”, “catequesis de post-comunión”, o “catequesis de confirmación”), el que esté a su derecha podría darle un coscorrón en la cabeza, y si quien utiliza estas expresiones es un sacerdote, dos coscorrones…»*.
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