Este es el título del cuarto punto del primer capítulo del libro “La urgencia de la evangelización. A los cincuenta años de EVANGELII NUNTIANDI”, firmado por Jesús Iglesias Cobo, de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid. Y nos dice algo que creemos que también ocurre ahora: «Pablo VI, viendo la crisis de identidad en el creyente católico y los peligros de deformación de la misión eclesial, convoca para 1974 la tercera asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos sobre la evangelización en el mundo moderno con este fin: “Alentar a nuestros hermanos en su tarea de evangelizadores, a fin de que en estos tiempos de incertidumbre y malestar la cumplan con creciente amor, celo y alegría” (Evangelii Nuntiandi,1).»*.
Durante este curso recordaremos en varias ocasiones esta encíclica de Pablo VI. Como dijo el venerado papa Francisco, Evangelii Nuntiandi es la “carta magna” de la evangelización, que ha marcado la senda de renovación de la Iglesia impulsada por el Concilio Vaticano II. Recordamos también cómo el papa Francisco urgió a toda la Iglesia a una conversión misionera que no es otra cosa que “entrar también nosotros en ese río de alegría” (Evangelii Gaudium, 5) que es comunicar el Evangelio**.
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