Luis Querbes y la caridad

« La fe engendra el celo : un celo ardiente que nunca actúa por rutina o de una forma absoluta, que no pone límites a la obediencia, que acepta rápidamente todas las tareas que la obediencia le impone, que va a todas partes donde se le llama, aunque sea al fin del mundo, que no se asusta ante ningún obstáculo y que sabe superarlo con resolución, que da a todas las tareas que se le encomienda la máxima amplitud de que es capaz ; celo desinteresado, que no tiene otro objetivo que la gloria de Dios y la salvación de las almas, que se muestra indiferente a los elogios y a las distinciones honoríficas, y que se entrega sin desánimo y sin cansancio a las tareas impuestas, dejando a la Providencia el cuidado de coronarlas con éxito. » (D.Q. 550, art.3 – Virtudes )