Ser viator hoy. Identidad y Carisma. 2. Pedro Mª Lahora

Optar por un carisma es encontrarnos con nosotros mismos: el carisma es parte de nuestra vocación, también diríamos, de nuestra identidad. “Se puede aprender un oficio, pero no se puede aprender una vocación. Un carisma que se encierra, deja de ser carisma. El carisma es la misma actuación del Espíritu Santo en nosotros, en su Iglesia. Y la acción del Espíritu es libre e imprevisible, emerge en la historia de forma siempre nueva, provoca desestabilización, remueve. Claro, esta acción del Espíritu también provoca miedos y regresiones, que nos hacen encerrarnos con lo cual el carisma, se apaga como la llama que se oculta en el celemín. Se apaga por falta de oxígeno, por falta de Espíritu.